Estado técnico

Un Tesla es, en esencia, un coche. Cierto que es eléctrico, pero sigue siendo un vehículo. Puede presentar fallos, aunque no tan frecuentemente, gracias a la alta calidad de sus componentes. Antes de comprar, es crucial evaluar su estado técnico.

La experiencia indica que en los Tesla usados, los problemas más comunes se relacionan con el reductor ubicado tras el motor eléctrico y la suspensión. Dado que el vehículo pesa más de 2 toneladas y tiene una capacidad notable, si se condujo frecuentemente en modo deportivo, es probable que algunos componentes estén desgastados. La mejor manera de evaluarlos es acudiendo a un taller especializado.

Prueba de conducción

Algunos problemas potenciales solo se detectan al conducir. Es recomendable hacer un recorrido tanto en ciudad como en carretera. Durante la prueba, es esencial estar atento a:

● ruidos anómalos del motor eléctrico, como chillidos agudos;
● golpes o ruidos en la suspensión;
● zumbidos o rugidos provenientes de las ruedas.
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El vehículo debe mantener una trayectoria recta al acelerar. Si se desvía al presionar el acelerador, podría ser señal de problemas en la suspensión delantera o en la dirección. No deberían percibirse vibraciones, lo que podría indicar un desbalance en las ruedas.
Es aconsejable realizar la prueba con la batería al menos a la mitad de su capacidad y "caliente". Además, al conducir, es fundamental verificar el funcionamiento del aire acondicionado, las palancas de dirección y otros elementos de control.

Inspección del vehículo

A pesar de que los vehículos eléctricos tienden a presentar menos fallos que los de combustión interna, los Tesla tienen sus propias "debilidades". Algunas de estas incluyen:

● Problemas con la manija retráctil de la puerta en el Model S (no se empuja completamente hacia adentro o hacia afuera, pero no permite abrir la puerta).
● Acumulación de agua en la placa cromada trasera de los faros (también puede ser reparada, aunque es más fácil reemplazarla a la placa de la nueva generación que no tiene este problema);
● El puerto de carga debería abrirse después de hacer clic en el menú del vehículo o al mantener presionado el botón del maletero en la llave.

Aunque se pueden revisar los frenos, gracias a la regeneración, después de 100,000 km, deberían lucir casi nuevos. Además, es esencial que el vehículo incluya el cable de carga UMC con conectores eléctricos rojos, que suelen ser propensos a fallos.

Si se sospecha que el vehículo ha sido reparado tras un accidente, es recomendable verificarlo.

Revisión de la documentación

Si el estado técnico es satisfactorio, el siguiente paso es revisar la documentación. Es vital verificar el acceso a la cuenta "my tesla" en www.tesla.com. Si el propietario es legítimo, debería tener acceso a la aplicación móvil y al sitio web de Tesla.

En este portal, también debería encontrarse un documento que certifique la titularidad del vehículo. En la sección "Mis documentos", es necesario revisar "Proof of ownership" (Prueba de titularidad) o "Final invoice" (Factura final).

La falta de acceso o discrepancias en los documentos pueden señalar los problemas.

Es recomendable verificar si el vehículo cuenta con soporte oficial llamando al servicio de atención al cliente. Esto es crucial, ya que sin este soporte, ¡se podría perder la garantía del motor eléctrico y la batería!